Pese a las condiciones meteorológicas, fuentes municipales cifran la asistencia en más de 10.000 espectadores en la Noche de Reyes.

Santillana del Mar, una vez más, ha sido el testigo de lujo de una excepcional y soberbia Noche de Reyes, gracias a un Auto Sacramental y Cabalgata que han vuelto a  hacer de la villa románica, el escenario perfecto para que los sueños y anhelos de miles de niños y padres se conviertan por una horas en una realidad tangible gracias a la maravillosa puesta en escena de las once representaciones de que consta la noche de Reyes de Santillana del Mar.

Ni las pésimas condiciones meteorológicas han sido capaces de poner freno a las ilusiones de los organizadores y de los más de 10.000 espectadores que se han dado cita en el día de hoy por todas las calles del casco histórico de Santillana del Mar.

Los más de 500 figurantes, casi 30 caballos, 3 camellos, rebaños de cabras y ovejas, además de conejos, coínes, perros, vacas, burros y los correspondientes mula y buey han hecho, un año más de la cabalgata de Santillana del Mar un evento único, sorprendente y digno acreedor del título que se le concedía ya hace algunos años de “Fiesta de interés turístico nacional”.

Desde media mañana, cientos de visitantes paseaban ya por las calles de la villa románica, otorgando el especial aroma que rodea siempre a las celebraciones más especiales. Todos ellos esperaban, junto a los miles que se les unieron desde primera hora de la tarde, al inicio del auto sacramental previo al comienzo de la propia cabalgata.

El edicto romano, el encuentro con Elleicer, la solicitud de posada de la Virgen y San José, la anunciación del Ángel a los pastores, la nueva escena de la adoración de los pastores al Niño Jesús y la inauguración del Belén Viviente de la Plaza Mayor ya hicieron las delicias de todos los visitantes gracias a una puesta en escena medida al detalle y a una ambientación soberbia, con el incomparable marco de la Villa de Santillana como telón de fondo.

Pero los más pequeños, pese a tener la emoción impregnada en la mirada, preguntaban por la llegada de sus majestades de oriente, y éstos, arribaron a Santillana del Mar con absoluta puntualidad. Justo antes de la llegada por la Avenida de Le Dorat, los emisarios reales ya advertían de su proximidad, minutos más tarde, los contundentes compases de la banda de música anunciaban la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar, que venían arropados por un espectacular séquito de pajes, antorcheros, hebreas, carroceros y abanderados que inundaron la villa románica de alegría, fantasía y color.

Sus majestades recibieron nada más entrar en Santillana, la calurosa bienvenida de su alcalde honorario, más tarde fueron testigos del ruego de una hebrea sumida en la desesperación por la enfermedad de su hijo, para posteriormente reunirse con el rey Herodes para solicitarle la ubicación del nacimiento del hijo de Dios.

Con esa información proporcionada por Herodes (en una soberbia escena), el séquito real se dirigió hacia el Belén Viviente, donde finalmente tuvo lugar el ansiado encuentro con El Niño, la Virgen y San José, en un apoteósico final de fiesta que tuvo como colofón la arrebatadora belleza de la cascada de luz y los fuegos artificiales que cubrieron el cielo de Santillana al son de los acordes del Aleluya de Haendel.

Tras rendir homenaje al Niño Jesús, los monarcas de oriente saludaron a todos los presentes y repartieron caramelos y golosinas a los atónitos niños, todo ello antes de visitar los hogares de muchos de los niños de Santillana, que antes de la llegada de los magos, habían solicitado la presencia de éstos para entregar los regalos.

PRIMERAS ESTIMACIONES DE ASISTENCIA

El ayuntamiento de Santillana no ha querido ofrecer una cifra oficial de asistencia a la cabalgata de éste año “porque acaba de terminar y aún es pronto para ofrecer una cifra concreta”, aunque según los datos que manejan los cuerpos de guardia civil, policía local y protección civil, así como el cuerpo de voluntarios del ayuntamiento, las primeras estimaciones hablan de más de 10.000 asistentes al Auto Sacramental y Cabalgata.

Esta cifra se ha estimado en función no sólo de una percepción visual, sino de los vehículos estacionados en los aparcamientos tanto públicos, como privados y en las calles adyacentes al centro histórico de Santillana, que se extendían hasta las estribaciones del zoológico, del camping e incluso en la carretera hacia el pueblo de Camplengo.

Así mismo, el ayuntamiento ha querido destacar la novedad que ha supuesto en incremento de turismo de fuera de nuestra región y la presencia de muchísimos visitantes desde primeras horas de la mañana, algo que han agradecido todos los comerciantes de Santillana que han visto como se han registrado buenos datos de ocupación hotelera y en establecimientos extrahoteleros (posadas, hostales, apartamentos, etc..) y buenos datos también en el capítulo de restauración, con bares y restaurantes a pleno rendimiento durante toda la jornada.