Sustituye en el cargo a Mariluz Muñoz, que sigue al frente de turismo, cultura e igualdad.

En el mes de septiembre de este año 2018, Santillana del Mar celebrará el 50 aniversario de su hermanamiento con la villa francesa de Le Dorat, con motivo de esta efeméride y debido a la carga de trabajo que agrupa la concejalía de cultura, turismo, hermanamiento e igualdad, que dirige Mariluz Muñoz, el alcalde de la villa, Isidoro Rábago ha decidido delegar las funciones correspondientes a hermanamiento en la figura del teniente alcalde, Ángel Rodríguez Uzquiza, que hasta ahora venía asumiendo las funciones propias de la tenencia de alcaldía y también la concejalía de deportes.

Hay que recordar que Santillana del Mar mantiene protocolos de hermanamiento con las localidades de Le Dorat, en Francia y Borgolavezzaro en Italia y que está en negociaciones para suscribir otro protocolo de hermanamiento con la localidad francesa de Montignac, en la Dordoña, la zona que alberga las famosas cuevas de Lascaux.

La corporación que preside Isidoro Rábago, tras este cambio en la titularidad de hermanamientos, ya ha procedido a iniciar los preparativos de lo que va a ser el 50 aniversario de uno de los hermanamientos más antiguos de España y la primera de las medidas ha sido la intención de crear una “comisión de trabajo” que estará formada por gente que en su día estuvo muy involucrada en actividades conjuntas entre Santillana y Le Dorat y que conocen a la perfección a idiosincrasia de un hermanamiento que según el alcalde “ha supuesto un impulso notable para el conocimiento mutuo, las relaciones sociales, el sentimiento europeo y el desarrollo de la cultura, el deporte y las tradiciones de ambas villas”.

Respecto a las actividades a desarrollar en la conmemoración de este 50 aniversario, el nuevo concejal del área, Ángel Rodríguez, ha declarado que “los preparativos aún están en proceso de gestación, de momento se barajan viajes de las dos delegaciones, actividades conjuntas en ámbitos sociales, deportivos y culturales, un homenaje a los pioneros del hermanamiento y otras actividades que conformarán una celebración que lo que pretende es ensalzar un vínculo que tanto Santillana como Le Dorat ya han demostrado que puede ser una perfecta fórmula de que dos villas de países distintos puedan tener el orgullo común de presumir de hermanos”.