Se trata del acondicionamiento de 964 metros de eje principal, 215 metros en el cruce del Museo Diocesano y 61 en la calle que conduce a la Casona de los Tagle. Para ello, se creará una vía peatonal elevada con arenisca y separada con setos de la carretera que irá desde el Zoo de Santillana del Mar hasta el centro del pueblo.

Además, la villa ampliará su encachado hasta la zona del Parque de La Robleda y sus alrededores.

El objetivo de estas obras es recuperar el casco histórico en la zona donde todavía hay carreteras con la antigua filosofía de favorecer al conductor. Por ello, también se reducirá la velocidad límite de la vía.

Según el alcalde de Santillana del Mar, Ángel Rodríguez, se trata de “una obra histórica y muy necesaria para la seguridad de los vecinos”. Asegura que llevan años trabajando con la Consejería para poder llevar a cabo este proyecto que también favorecerá al Zoo de Santillana del Mar. Además, aumentará el casco histórico “con seguridad y embellecimiento”.

Por su parte el consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, reconoce que lo vieron enseguida como “una oportunidad de hacer algo único y diferente” a lo que suelen hacer en materia de carreteras. Insiste en que es un proyecto “muy trabajado” para no perjudicar al sector de la hostelería.

Gochicoa confiesa que “en uno de los pueblos más bonito y conocido internacionalmente había que reorganizar el tráfico”.

El proyecto ya está aprobado y saldrá a licitación en las próximas semanas.